Desde el año 2010, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró a la gastronomía mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. 

Esto se debe a que ésta juega un papel muy importante en la identidad del pueblo de nuestro país, cuenta con raíces antiguas y ha continuado históricamente, se elabora de forma colectiva, se apoya de productos que son originarios de México y se ha perfeccionado con el tiempo.

Algo muy importante sobre esta cocina es que combina técnicas contemporáneas que le han permitido permanecer por muchas generaciones.

Esto quiere decir que se ha sabido adaptar e innovar con el paso de los años, algo que no todos los países logran hacerlo y un elemento clave para recibir el nombramiento antes mencionado de la UNESCO.